En América Latina, es evidente el fracaso de la ideología populista del “Socialismo del Siglo XXI” formulada por el sociólogo Heinz Dieterich Steffan en 1996 con planteamientos para renovar la izquierda; actualizando la teoría marxista a nuestro presente.
Dieterich, en su obra -Socialismo del Siglo XXI-, propone la actualizar la teoría marxista al mundo de hoy, corregir los errores y experiencias socialistas, generar políticas económicas no capitalistas y potenciar la democracia como motor fundamental para el desarrollo de los pueblos.
Dentro de los países que alguna vez afirmaron adherirse a esta ideología figuran: Venezuela, Cuba, Ecuador y Bolivia. Existen otros que no se apegaron del todo como Argentina y Brasil. Sergio Costa en su publicación de 2018: -La marea no tan rosa de Brasil y su legado- afirma que: “Sin embargo, a pesar de la afinidad de algunos países latinoamericanos con fuerzas como el chavismo, no todos compartieron la vía del siglo XXI”. Heinz Dieterich Steffan creador de esta corriente ideológica, en 2011; expreso que: “Chávez, Fidel, Evo y Correa no construirán el socialismo del siglo XXI”. China es el país que; a criterio de Dieterich, se acerca a lo que realmente es el Socialismo del Siglo XXI, a pesar de tener una economía que seguramente es capitalista.
Los índices de pobreza actuales reflejan que los países autoproclamados ideológicamente como socialistas son mayoritariamente pobres. Tal es el caso de Venezuela, que según un artículo del medio español ABC en julio de 2020: “El 96% de los venezolanos está en la pobreza y llega a niveles de África”. En Cuba de acuerdo con el medio Diario de Cuba: “Entre el 40 y 51% de la población cubana vive en la pobreza” artículo publicado en noviembre de 2020. En menor medida ataca la pobreza para Bolivia y Ecuador; que para el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de Bolivia en julio de 2020: “El 37,2% de bolivianos vive en situación de pobreza” y para Ecuador el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) a septiembre de 2020 calcula que existe un 25% de pobres en el país.
Para Argentina, a pesar de no ser considerado como país Socialista del Siglo XXI, cuenta con figuras políticas influyentes apegadas a la izquierda socialista, como Cristina Fernandez. Sus índices de pobreza son igual de preocupantes. Los cálculos a septiembre de 2020 por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de Argentina reflejan que 40 de cada 100 argentinos son pobres.
El socialismo del siglo XXI se ha ganado un espacio de a poco en las últimas generaciones, podríamos decir que en su momento se apodero de la guerra cultural ideológica en gran parte de América Latina. Se utilizo el adoctrinamiento como arma, principalmente en niños y jóvenes. Tal es el caso de Venezuela que en sus mallas curriculares tiene presente a la colección Bicentenario de textos escolares, que de acuerdo con el medio Venepress TV dicha colección: “posee una gran cantidad de propagandas a favor de la llamada revolución bolivariana en las que se evidencia un enaltecimiento de la figura del presidente fallecido Hugo Chávez y una incitación a la sumisión del ciudadano”. De igual manera en Ecuador con los textos escolares en el periodo correísta que en septiembre de 2019 fueron reemplazados. En estos se narraba la importancia de la nueva Constitución de 2008, las hazañas “heroicas” del 30 de septiembre de 2010, y los fundamentos ideológicos de la políticamente extinta “revolución ciudadana”. Además de la exagerada idealización de figuras como Fidel Castro y Hugo Chávez.
Una desatinada interpretación de la teoría de Heinz Dieterich Steffan, ha generado dictaduras, adoctrinamientos políticos, crisis económicas y sobre todo pobreza. El conocer e informarse adecuadamente es y será el instrumento del ciudadano promedio para elegir o no, este tipo de ideologías. Los hechos respaldan que la democracia en estos casos no funciona del todo.
Imagen recuperada de: https://razonyrevolucion.org/
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