El Fondo Monetario Internacional, organización financiera multilateral creada en 1945, es el banco de más de 180 países. Su razón de ser es financiar a naciones con poca o nula liquidez, acompañada de asistencia técnica financiera con el objetivo de salvaguardar el crédito otorgado; sus medidas mas famosas son: la austeridad fiscal, ajustes económicos, reducción del gasto público y eliminación de subsidios.
Este organismo es duramente criticado por las masas populares, y por supuesto por políticos y académicos que incluyen en sus discursos argumentos sobre el fracaso del FMI en países como Grecia, Ucrania y Argentina.
Una pequeña introspección de la economía actual de nuestro país arroja lo siguiente: una grave crisis fiscal, las arcas del estado a pérdida, se gasta mas de lo que se recibe, se busca financiamiento para cubrir salarios y pagos a proveedores.
¿Por qué acudir al FMI es la solución rápida y “menos peor”? En la actualidad los ingresos petroleros y la recaudación tributaria muestran una débil recuperación. La pandemia trajo consigo más gastos para un arca fiscal desnutrida y reducir la deuda interna con el seguro social, proveedores del estado y gobiernos seccionales se postergó, y su futuro es incierto.
La obligación de afrontar la crisis sanitaria de nuestro país, provoco una ola de prestamos multilaterales, entre ellos los del mencionado FMI. Es sin duda la solución rápida que tomaría cualquier economista consiente de que nuestros flujos normales de ingresos no se recuperan al ritmo que deberían. En el contexto económico y fiscal del Ecuador, recibir ingresos externos es un alivio porque permite gestionar y sobrellevar los gastos que implica luchar contra una pandemia global. Receptamos créditos para pagar sueldos y parte de la deuda a proveedores locales. Ese dinero no se queda en los bolsillos de los funcionarios y proveedores, el dinero circula en la economía local, se usa diariamente de alguna forma para comprar o vender bienes y servicios, para pagar o recibir pagos, para hacer o saldar contratos. El dinero es esencial para el funcionamiento de una economía en crisis.
Los desembolsos que realizará el FMI, estan condicionados a ciertas reformas como: la tributaria que permitirá aumentar los ingresos del estado, una reforma fiscal con tendencia a la austeridad y reducción de gastos. Toda reforma es y será criticada por sectores que de una u otra forma se verán afectados. Burócratas protestaran por sus reducciones de sueldos o en el peor de los casos un despido. Empresarios alzaran su voz ante el mínimo impuesto. Transportistas e intermediarios de alimentos seguramente van a parar los servicios esenciales que brindan al pueblo por la focalización o eliminación de subsidios.
La raíz de los problemas económicos de un estado, nace de la falta de probidad del ejecutivo y su grupo de trabajo; que cabe recalcar siempre ha existido. Todo gobierno hereda deudas y gestiones precarias salpicadas de corrupción. Existen los que dan excusas y seguramente no ha existido un solo ejecutivo con la probidad del caso para manejar decentemente un país entero.
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